¡No pudimos haber hecho algo mejor! Los nuevos platillos lograron conquistar los paladares de nuetros clientes y amigos, quienes nos apoyaron con sus recomendaciones hasta lograr trascender a nivel nacional e internacional.
Algo que nos caracterizó a mi esposo y a mí fue el placer de servir y por ello logramos hacer un buen equipo.
Yo: disfrutando mi gusto por la cocina y el orden, me encargaba de prepar y servir los platillos y de la administación.
Mi esposo el Mayor: era una persona sociable, de buen carácter y conversador ameno y disfrutaba haciendo pasar a clientes y amigos un rato agradable.
Y así entre plática y plática, también hacia su labor de venta, seguro de la calidad de los productos que ofrecía ya que él personalmente se encargaba de las compras.
Por supuesto, después de la comida, consentía a los clientes con las hamacas que no podían faltar para su descanso.